El discernimiento es nuestro intento humano, a menudo limitado y con tropiezos, de profundizar más en la naturaleza de Dios y de entender la voluntad de Dios para nuestra vida y para la historia. Es un intento,guiado por el Espíritu, de «ver a Dios», de escuchar los planes de Dios y de confirmar lo que Dios nos pide.
Pero, ¿existe algún secreto que nos dé la clave para ver a Dios y entender su voluntad para nuestras vidas y para el mundo? En el Sermón de la Montaña Jesús revela el sencillo secreto: tener el corazón limpio.
La limpieza del corazón está relacionada con la transparencia de nuestras acciones y la pureza de nuestras motivaciones. Guardar el corazón limpio es mantener despierta la nostalgia de un mundo sin hipocresías,en el que las acciones se corresponden con las palabras, las palabras con los pensamientos, y nuestros pensamientos con los de Dios. El mejor ejemplo de esta pureza es el mismo Jesús. Es el paradigma de una
vida pura y, por lo tanto, el referente de la vida que necesitamos si queremos discernir la voluntad de Dios.
De hecho, como lo veremos, nuestra propia pureza se encuentra al participar en la de él.
Discernir, por tanto, no significa juzgar implacablemente a los demás, sino examinar minuciosamente nuestros propios corazones. Le pedimos al Espíritu que nos ayude a entender los motivos que nos animan (¿la gloria de Dios o la de nosotros mismos?) y descubrir la sinceridad de nuestras buenas obras. Al tratar de descubrir la voluntad de Dios debemos descubrir, primero, lo que ocurre en nuestros propios corazones. Esto también se relaciona con el corazón de nuestra organización (nuestra «alma institucional»). ¿Qué motivos nos impulsan como Visión Mundial? Este es un importante asunto sobre el que meditaremos
1 comentario:
El discernimiento logro ver que es parte importante de la persona en su vivir, en cuanto a la convivencia que tenemos con otras personas, es decir que la capacidad de discernir la enfocamos en nosotros mismos, en nuestros actos, decisiones, en saber como lograr tomar la decisión mas correcta ante los ojos de Dios, y esta consistirá en no dañarse a uno mismo y no dañar a nuestro prójimo. Pero para esto como bien se hace mención en el texto debemos poseer un corazón limpio y esto conlleva estar en gracia con Dios. Porque de que nos sirve juzgar a otra persona socavar su vida por sus actos, cuando nuestros propios actos pueden ser peores de la persona que juzgamos, esto nos lleva a estudiarnos nosotros mismos, analizarnos y discernir ya que si logramos poder llevar una vida recta, seremos capaces de poder reflejar esa vida de valores a otras personas, y entender que la voluntad de Dios se cumple en nosotros al poder llevar una vida recta con nosotros mismos y con los demás y demostrar que la solución a nuestras dudas será siempre Dios.
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